sábado, 12 de noviembre de 2016

¿QUÉ ES ESO DE SER SEXÓLOGA/O? VALE…Y YO COMO USUARIO, ¿CUÁNDO Y POR QUÉ DEBERÍA DE IR A ESTE ESPECIALISTA?


Lo primero, es que quedando claro que la Sexología no es la ciencia de la Jodiendología, llegamos a la conclusión de que el Sexólogo no es el jodiendólogo.

La sociedad en general considera a un Sexólogo/a, aquella persona que se limita a conocer juguetes eróticos de todo tipo y con ello, explica y asesora a otros y otras a mejorar las relaciones que se desarrollan en la cama; y como resultado de ese pensamiento equívoco, cuando dices que te has formado en esta especialidad, surge esa risita picarona y a veces comentarios que no vienen a cuento y fuera de lugar.

Pues no, eso no es un Sexólogo y tampoco es un urólogo, ni un psiquiatra, ni psicólogo, y menos aún un ginecólogo o un endocrinólogo. No es como muchos piensan un fontanero de las vías genitales. Un sexólogo tiene diversos conocimientos en esas ramas, pero ninguna de ellas son su especialidad, o sea, cuando hay un problema físico o fisiológico, suele distinguirse bien, pero no ocurre lo mismo cuando la dificultad es de aspecto sexológico. Entonces ¿qué es?

Pues el Sexólogo, es aquella persona que se centra en la “sexualidad”, aquello que se transforma a lo largo de la vida y que sólo desaparece con la muerte, es decir, ese sentimiento que cada cual tiene de ser hombre o ser mujer, con una gran diversidad en cuanto a intereses, capacidades y conductas entre los individuos. 

También, sería correcto decir que se centra en hablar de “sexualidades” en plural, puesto que cada sexualidad es única y hay tantas Sexualidades como sujetos sexuados, ya sean en masculino como en femenino y no se puede ser asexual porque todos somos hombres y mujeres que nos construimos, nos vivimos, nos expresamos, nos relacionamos y gestionamos nuestros proyectos y dificultades por el hecho de serlo, hablando por tanto de las vivencias de cada uno.


O sea, el trabajo del Sexólogo se centra en la dinámica de la sexualidad, en sus conflictos, en sus manifestaciones, en sus disfunciones y en los problemas que estas complicaciones acarrean.

Son aquellos y aquellas especialistas que abogan por una Educación Sexual Plena, con el fin de prevenir dificultades como el machismo o la discriminación desde la raíz, entre otras cosas, tal como mostrar que la mayor parte de los inconvenientes que tienen las parejas pueden afrontarse desde una buena educación sexual, es decir, aportar más ideas sobre las que pensar a quienes van a la consulta y menos diagnósticos contra los que luchar.

El Sexólogo interviene cuando una relación sexual, es decir, de los Sexos, tiene alguna dificultad, siendo la Terapia Sexológica junto con la Educación Sexual, el Asesoramiento Sexológico, la Investigación Sexológica y demás, una de las líneas de trabajo de la Sexología; por lo que cuando nos referimos al Sexo, Sexualidad y erótica, hablamos del individuo pero cuando comentamos sobre la Amatoria, nos referimos a los encuentros, a las relaciones, a la forma de entenderse entre los sexos.


Por lo tanto, puedo visitar a la Sexóloga/o cuando:


1.    Necesito entender y aceptar mi propia sexualidad, porque estamos en una idea genérica y social en donde está impuesto lo que se debe o no se debe hacer, a lo que se  puede o se desea hacer; y como consecuencia de ello, nos creamos una historia sexual que nos hace daño o que no nos sirve para nuestro propio crecimiento.

2.    Queremos mejorar nuestra relación de pareja, esa relación construida por dos y cosida por el deseo. El deseo de compartir…en la cama, en la calle, en la casa, en la familia, etc.

3.    Necesito comprender cómo se construye mi identidad sexual, como mujer o como hombre, y con ello, conocerme mejor y sentir mayor satisfacción como la mujer o el hombre que soy, ya que el ser la mujer que soy o el hombre que soy, es una realidad construida con esencia de los dos sexos, hasta crear una combinación única y peculiar.

4.    Necesito aprender y atender mis deseos y saber gestionarlos para mi satisfacción. A veces, el deseo está muy claro pero no está en consonancia con la norma social o con mi situación concreta, y eso me hace sentir mal.

5.    Quiero mejorar la seducción y el encuentro con el otro, porque deseo buscar mi propia y peculiar manera de seducir en el encuentro erótico con el otro y así, superar las dificultades que me encuentro por el camino.

6.    Quiero ofrecer una educación sexual de calidad a mi familia para que mis hijos e hijas tengan una vida plena y feliz, que se sientan bien con lo que son, con lo que sienten y con lo que desean y hacen, en la búsqueda de experiencias deseadas y no obligadas.


Con todo ello, reitero una vez más, que tal y como se ve, la ciencia de la Sexología engloba un campo de estudio mucho más extenso del que se conoce.


Pilar Bernal Chinchilla
Sexóloga

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