Sí,
esto que tanta gente teme cuando se le dice que se debería de impartir una
materia escolar llamada “Educación Sexual”, por su puesto impartida por
expertos en esta disciplina, es decir, por Sexólogos y Sexólogas, y no por
otros profesionales no especialistas en la materia, ya que es evidente que un
mecánico de coches entiende de mecánica de coches, pero ¿es capaz de arreglar
un avión con sus peculiaridades aeronáuticas?
Pues
eso… materia, asignatura, idea, proyecto, llamémosle como queramos. Pero a un
gran número de padres y madres les asusta, aterroriza y demás, a diferencia de los que
abogan y luchan con uñas y dientes para poder llevarla a cabo.
Y yo me
pregunto, ¿por qué asusta tanto? Pues es muy sencillo dar respuesta a esto, “desconocimiento
de la materia”. Porque a menudo los argumentos conforme a todo este contenido,
giran en torno a las dificultades de erección o para la penetración, siendo
éstos una idea miserable de lo que significan las relaciones entre los sexos y
sus encuentros.
Como
resultado de todo ello, los padres y madres dicen NO, así en mayúsculas. A mi
hijo/a que no le hablen de sexo, ¿qué le van a decir? ¿De qué le van a hablar,
de penes y de vaginas? ¿Le van a explicar cómo se tienen que poner un condón?
¿Le van a informar de los diferentes métodos anticonceptivos? ¿Le van a
informar del meter y sacar?
Como
resultado de todo esto, yo lanzo una pregunta ¿Hemos pues avanzado mucho en el
Hecho Sexual Humano? Creemos que sí, pero…entender la Educación Sexual como la enseñanza del “de dónde venimos”, de
lo reproductivo, de lo coital y genital, es no entender nada.
Por lo
tanto, me gusta pensar que la prevención no educa y que por el contrario, la
Educación previene.
Pilar
Bernal Chinchilla
Sexóloga
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